Árbitro Maldito

Misael Escorcia R.

En México, estamos haciendo un copy / paste de las telenovelas políticas de nuestro vecino Estados Unidos.

Vimos como Donald Trump y Joe Biden llevaron al límite al sistema electoral de su país. Tan exhibido y desgastado quedó su otrora confiable sistema democrático que fue ampliamente cuestionado por sus ciudadanos y por los extranjeros que veían como ejemplo la robustez de su sistema electoral.

¿El sistema falló? ¿Falló la democracia? ¿Falló la institución? ¿Las leyes son arcaicas?

Recuerdo que de niño fui por primera vez a un estadio de fútbol… el partido estaba caliente, 3 – 0 perdía el visitante y había faltas cada minuto del partido. De pronto, en la segunda mitad, el equipo visitante remontó y se fueron a 3 – 4 de una forma histórica e histérica. El respetable rompía en euforia descontrolada. De pronto, el local metió un gol y empató el marcador 4 – 4 … pero el árbitro marcó fuera de lugar y anularon el gol. La gente desquiciada comenzó a lanzar cerveza y otros líquidos… mentadas de todo tipo llovieron para el árbitro… los jugadores se amotinaron en torno al hombre de negro y también lo insultaban manoteando. Una de esas manos cayó en el lugar equivocado y comenzó un zafarrancho épico de 10 min. Las tarjetas salieron a pasear y el visitante perdió 3 hombres, mientras que el local a 5 incluyendo al entrenador.

10 minutos más tarde, el visitante selló el destino con un quinto gol, para quedar 3 – 5. El partido terminó y el árbitro a penas alcanzó a llegar al vestidor… llovían vasos y objetos en el campo… la gente frustrada coreaba groserías de todo tipo. En la noche, el noticiero arremetía contra el árbitro maldito… en la mañana los diarios decían en sus primeras planas: “VENDIDO”. 

Nadie hablaba del excelente primer tiempo de los locales, ni de la hazaña de los visitantes… solo era el maldito árbitro y la gran trifulca.

Así estamos en este tiempo, el INE desgastado y puesto en duda. La gradería indignada, los actores gritando consignas y amenazas… el pueblo dudando de todo y de todos. Unos pidiendo respeto al órgano electoral y otros su desmantelamiento. Una telenovela americana hecha a la mexicana. Con la única diferencia que para los americanos es otra elección controvertida… pero para nosotros significaría un irremediable retroceso.

Si el árbitro es puesto en duda, no tendremos garantías de nada… tendremos a los jugadores trabajando en plena anarquía sobre un sistema político puesto a modo.