Ubicado en el corazón del desierto de Utah, se esconde Camp Sarika de Amangiri. El silencio y la soledad parecen haberse adueñado de un paisaje natural que hipnotiza la vista y deleita los sentidos.
Este refugio abrió recientemente sus puertas con una propuesta única; allí, todas las comodidades del balneario más exclusivo se combinan con la experiencia de pasar unos días en medio de un terreno inhóspito —con noches bajo el manto estelar, admirando las imponentes formaciones rocosas, que entre sus grietas protegen los secretos que lleva el viento- .
Este remoto santuario se compone de 55 hectáreas vírgenes. A pesar de ofrecer una experiencia de completa soledad, está a solo 5 minutos en automóvil de las áreas más pobladas de Utah.
Camp Sarika ofrece un espacio rodeado de naturaleza salvaje, pero con absoluta comodidad; para ello cuenta con diez pabellones con uno o dos lujosos dormitorios. Además, el pabellón principal integra dos suites para tomar relajantes tratamientos de spa, un restaurante, piscina y jacuzzi.
A partir de ahí, se revela la intrigante cultura nativa de Norteamérica, así como los impresionantes paisajes sobrenaturales que ofrece este destino en Estados Unidos.
La decoración interior incluye muebles de nogal y cuero, que brindan una paleta de colores en tonos marrones que conviven en total armonía con este desierto, que en ocasiones se vuelve casi inquietante, y en otras deslumbra con su belleza natural.
Desde su restaurante las vistas no pueden ser más espectaculares, y sentirás que el tiempo se ha detenido ante tus ojos. Allí podrá disfrutar de una propuesta gastronómica enfocada a la cocina del suroeste de los nativos americanos.
La estancia en Camp Sarika se complementa con una serie de aventuras como visitar la Reserva de la Nación Navajo o los parques nacionales cercanos: Zion, Grand Canyon y Bryce.
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