Al menos 1.300 personas han ingresado a Guatemala en las últimas horas como parte de una nueva caravana que busca llegar a Estados Unidos desde Honduras, dijeron las autoridades, en una nueva ola que desafía los compromisos de la región con Washington para frenar la migración indocumentada.
Los miembros del grupo comenzaron a partir el martes pasado de San Pedro Sula, una ciudad hondureña con una de las tasas de homicidios más altas del mundo, y avanzaban por dos rutas a través de Guatemala con la intención de llegar mañana a la frontera con México.
En videos compartidos a través de las redes sociales, un gran número de personas camina por una carretera con mochilas al hombro, mientras canta el himno nacional de Honduras.
Huyendo de la violencia y la pobreza, miles de hondureños y salvadoreños han abandonado sus países a través de enormes caravanas desde finales de 2018, con la esperanza de obtener asilo en los Estados Unidos.
El nuevo presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, dijo en las últimas horas que el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, le había dicho que México no permitiría el paso de la nueva caravana.
Las declaraciones no han sido confirmadas hasta ahora por la Cancillería mexicana. Sin embargo, la Secretaria del Interior, Olga Sánchez, dijo que la frontera sería monitoreada y que el gobierno mexicano no otorgaría «conducta segura» a los migrantes. «Habrá operaciones especiales», dijo Sánchez a los periodistas.
Bajo un acuerdo de libre circulación entre los países del norte de Centroamérica, Giammattei dijo que permitiría que la caravana ingrese a Guatemala siempre que las personas tengan la documentación necesaria.
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