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España e Italia sueñan con la Final de la Euro, a la que ninguno tenía invitación

BARCELONA – Italia y España se miden este martes en Wembley por una plaza en la final de un Campeonato de Europa al que, desde el principio, ninguno de los dos fue invitado cuando empezó la competición. El entorno español se molestó por la convocatoria que decidió Luis Enrique en mayo y el italiano desconfió tras la ausencia de Azzurri en el Mundial de Rusia, la trayectoria de ambos ha ido demostrando el acierto de dos entrenadores claros en su apuesta y que han liderado el crecimiento de dos equipos que hoy ya no tiene prohibido soñar.

Será la primera semifinal en la que se enfrenten dos equipos cuya historia de enfrentamientos está repleta de capítulos legendarios y que invariablemente suben al escenario cuando se reencuentren sobre el césped y será una prueba de enorme exigencia tanto por la paciencia del hispano. juego y por el vértigo que Roberto Mancini ha impuesto a una Italia del pasado revolucionada y poco reconocida.

Italia aparece en Wembley con una racha de 32 partidos sin derrota (desde que perdió 1-0 ante Portugal el 10 de septiembre de 2018) y 13 victorias consecutivas, habiendo concedido apenas cinco goles en sus últimos 20 partidos y que son dos en esta Eurocopa en que los tres primeros de la fase de grupos estuvieron acompañados de victorias, tan trabajadas y sufridas como se celebraron ante Austria y Bélgica.

Mancini no ha escapado, sin embargo, de la maldición que sufren los rivales de España. Si en octavos de final Croacia no pudo contar con Perisic (positivo para Covid) y Suiza tuvo que afrontar los cuartos con la ausencia del sancionado Xhaka, Italia se enfrentará a la Roja este martes sin el concurso de Leonardo Spinazzola, cuya actuación ha sido de lo más destacado de su selección en el torneo.

Si el lateral va bajo en Italia, lo más probable es que España acuda al choque sin la asistencia de Sarabia, quien, lesionado muscularmente este lunes, volvió a entrenar al margen del equipo y dejaría su puesto en el once para Gerard Moreno o Dani Olmo para acompañar en el ataque a Ferran Torres y Álvaro Morata.

Entre la glotonería mostrada ante Eslovaquia, la capacidad de reacción vista ante Croacia y la paciencia y resistencia contemplada ante Suiza, adivinar la imagen de la Roja es un misterio, aunque enfrentarse al rival más poderoso que ha tenido en el torneo dará la justa medida de lo establecido por un Luis Enrique sobre cuya espalda ha crecido todo el espíritu hispano.