El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este viernes una inversión de 7.000 millones de dólares en la creación de siete plantas de producción de hidrógeno verde en el país.
El objetivo del Ejecutivo es que estos centros regionales ayuden a sustituir combustibles fósiles como el carbón y el petróleo por hidrógeno verde, una fuente de energía limpia que podría utilizarse para generar electricidad y abastecer a las fábricas.
El hidrógeno verde promete ser una herramienta útil para luchar contra el cambio climático, siempre que pueda producirse sin generar gases de efecto invernadero. Cuando se quema, el hidrógeno sólo libera vapor de agua.
Hoy, sin embargo, el sector del hidrógeno verde en Estados Unidos es muy débil, por lo que los subsidios de Biden buscan fortalecer esa industria.
Las subvenciones desataron una feroz competencia por los fondos entre varios estados del país.
Según detalla la Casa Blanca en un comunicado, los ganadores fueron un proyecto situado en la región del Atlántico Medio (Pensilvania, Delaware y Nueva Jersey), otro en los Montes Apalaches (Pensilvania, Virginia Occidental y Ohio), así como otro en la costa del Golfo (Texas y Luisiana).
También se adjudicó un proyecto en la parte superior del Medio Oeste del país (Minnesota, Dakota del Norte y Dakota del Sur), el Medio Oeste (Illinois, Indiana y Michigan) y el Noroeste del Pacífico (Washington, Oregón y Montana).
Biden y la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, viajarán este viernes a Filadelfia para hacer oficial el anuncio.