EFE.- México se fijará metas más ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al 2030, previstas en los Acuerdos de París para el cambio climático, cuando se recupere económicamente de la pandemia.
Así lo ha explicado la subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores (SRE), Martha Delgado, en una entrevista en Nápoles, donde concluye hoy el G20 de Medio Ambiente y Energía, bajo la presidencia rotativa italiana.
La meta de contribución actualmente comprometida por México para el año 2030 es reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 22% con respecto a una línea de base, esta reducción aumenta a 36% condicionada al apoyo y financiamiento internacional, según el Gobierno del país en su informe oficial. página.
El subsecretario y los ministros de las veinte economías que representan alrededor del 90% del producto interno bruto (PIB) mundial conversaron el jueves sobre la biodiversidad y el medio ambiente, y este viernes le toca el turno al clima y la energía.
Uno de los temas sobre la mesa es la necesidad de reducir las emisiones contaminantes y el ministro italiano de Transición Ecológica, Roberto Cingolani, ya ha lamentado que el G20 se muestre reacio a sumarse al objetivo perseguido por la Unión Europea (UE) de lograr una reducción 55 % para 2030 a partir de los niveles de 1990.
“No nos hemos comprometido con la mayor ambición del Acuerdo de París, estamos alineados con eso, pero estamos seguros de que, en la medida en que podamos recuperarnos económicamente después de la pandemia, este es un desafío aún mayor. México también puede tener metas más ambiciosas ”, aseguró Delgado.
México y la reforma eléctrica
Consultado sobre la polémica reforma eléctrica impulsada por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, que busca fortalecer a las empresas públicas ante la excesiva presencia de empresas privadas y extranjeras, Delgado indicó que el Ejecutivo está «analizando su pertinencia y consideración oportuna».
Pero los legisladores tendrán que evaluar «el riesgo de que la reforma encalle con juicios ahora», también el costo-beneficio de proponer esa ley.
Será el sector privado, dijo, el que decida «si se queda» en México o no, pero rechazó que esta ley va a mantener alejadas este tipo de inversiones, a pesar de que una veintena de congresistas estadounidenses lo han denunciado recientemente. en una carta dirigida al presidente Joe Biden que va en contra del espíritu del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).