La creación de nuevos puestos de trabajo en EE.UU. continuó su ralentización en julio, aunque la tasa de paro apenas varió, ya que se redujo apenas una décima, hasta el 3,5% respecto al mes anterior, según los datos publicados este viernes por la Oficina de Estadísticas de Leyes Laborales ( BLS).
La creación de nuevos empleos se desaceleró considerablemente en el séptimo mes del año, con 187.000 nuevos empleos netos, muy por debajo del promedio de 312.000 de los 12 meses anteriores.
Los nuevos puestos de trabajo estaban en los sectores de atención de la salud, que agregaron 63.000 nuevos puestos de trabajo en julio; asistencia social (24.000), actividades financieras (19.000) y comercio al por mayor (18.000).
En cuanto al paro, se mantuvo prácticamente sin cambios en julio, con un total de 5,8 millones de personas sin trabajo. El número de parados de larga duración continúa sin cambios, 1,2 millones de personas en julio, lo que representa el 19,9% de los parados.
La desaceleración en la creación de empleo es un indicio de que el mercado laboral se está enfriando gradualmente, lo cual está en línea con los objetivos de la Reserva Federal (Fed), que busca reducir la inflación.
El banco central estadounidense decidió a finales del mes pasado retomar las subidas de tipos de interés, tras una pausa en junio, con un incremento de 0,25 puntos porcentuales, de tal forma que se situaron en un rango entre el 5,25% y el 5,5%, alcanzando su nivel más alto desde 2001.
A pesar de que se trata de la undécima subida de tipos desde marzo de 2022, el presidente de la Fed, Jerome Powell, cree que todavía «tomará tiempo» ver los efectos de la política monetaria del banco central, «especialmente sobre la inflación».
Aun así, la economía estadounidense sigue mostrando signos de fortaleza y registró un crecimiento del 0,6% en el segundo trimestre del año respecto a los tres meses anteriores.
La tasa de crecimiento anual entre abril y junio fue del 2,4%.
Según estos datos, el crecimiento de la primera economía mundial se ha acelerado, ya que en el primer trimestre fue de medio punto en términos intertrimestrales y del 2% en términos anuales.
Sin embargo, esta semana cayó como un balde de agua fría la rebaja de la calificación de la deuda estadounidense por parte de la agencia Fitch, que decidió rebajar la deuda estadounidense hasta AA+, un punto por debajo de la máxima calificación.