El portavoz del Ejército israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, amenazó este lunes con una “respuesta mortal” al grupo chiita libanés Hezbolá si continúa atacando con cohetes y misiles desde la frontera.
“Si Hezbollah se atreve a ponernos a prueba, la reacción será mortal. Estados Unidos nos está dando todo su apoyo», afirmó hoy el portavoz en una declaración televisada, tras ocho días de intercambio de disparos en la frontera entre Israel y Líbano, en su mayor pico de tensión desde 2006.
Por ello, Israel anunció hoy la evacuación de las 28 comunidades israelíes situadas a menos de dos kilómetros de la línea azul, la línea divisoria establecida por la ONU y custodiada por los cascos azules desde 2006, cuando Israel y Hezbolá se enfrentaron militarmente.
“Hezbolá llevó a cabo ayer una serie de ataques para tratar de desviar nuestros esfuerzos operativos (lejos de la Franja de Gaza), bajo la dirección y el respaldo de Irán, poniendo en peligro al Estado del Líbano y a sus ciudadanos”, afirmó Hagari.
El pico de tensión se produjo ayer, cuando Hezbollah se atribuyó la autoría del lanzamiento de seis misiles antitanque y nueve cohetes, a lo que Israel respondió bombardeando las posiciones del grupo en el sur del Líbano. Un proyectil impactó en la sede de la misión de paz de la ONU en Líbano (FPNUL) en la localidad sureña de Naquora, cuyo origen está siendo investigado por los Cascos Azules, sin causar víctimas.
Un civil y un soldado israelíes murieron ayer como resultado de esos ataques. Hasta el momento hoy no ha habido intercambios de disparos, pero Israel ha evacuado a toda la población a menos de 2 kilómetros de la frontera y ha declarado zona militar toda la zona hasta 4 kilómetros de la frontera.
«Hemos aumentado nuestras fuerzas en la frontera norte y respondemos agresivamente a cualquier actividad contra nosotros», afirmó el portavoz, quien aclaró que la evacuación de los residentes tiene como objetivo «evitar daños a los civiles».
En paralelo a la guerra entre Israel y las milicias palestinas en Gaza, las fuerzas israelíes y Hezbolá han protagonizado ataques cruzados en la frontera, zona en la que también se han producido algunas acciones reivindicadas por facciones palestinas presentes en territorio libanés.
Estos episodios han dejado 17 muertos: cinco en Israel -4 militares y un civil- y al menos 12 en el Líbano, entre ellos 3 civiles -uno de ellos un camarógrafo de la agencia Reuters-, 4 miembros de Hezbolá y 5 miembros de las milicias palestinas.