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Jeff Bezos, el emprendedor que no sabe estarse quieto

El 5 de julio de 2021 es una fecha memorable en el mundo empresarial y quedará para la posteridad. Ese fue el día en que Jeff Bezos decidió dejar el cargo de CEO de Amazon, luego de un viaje de casi tres décadas de desafíos y éxitos. Para este emprendedor inquieto, el aniversario es muy especial ya que en 1994 inició su proyecto y estableció la empresa que lo llevó a ser el hombre más rico del mundo.

Jeff Bezos es un hombre visionario en más de un sentido. Me gusta usarlo como ejemplo académico y me encanta mostrar esa foto icónica de él en un garaje, con una computadora de escritorio y una manta que dice Amazon.com pintado en una lata de aerosol azul. Cualquiera que se compare con ese joven podría apreciar con razón que sus activos eran muy escasos, sin embargo, el paso del tiempo nos mostró que el mejor activo es una mente clara.

La mente emprendedora de Jeff Bezos que lo impulsó se puede definir en tres elementos importantes:

Sabe lo que quiere y está atento.
Siempre está buscando oportunidades y cuando las encuentra, las aprovecha.
Forjó un modelo de negocio funcional y supo desarrollarlo para abarcar cada vez más espacios.
Evidentemente, lo que para unos es una tormenta, para otros es una lluvia de oro. La pandemia generó una demanda masiva por sus servicios, lo que provocó un aumento de las ganancias empresariales, un crecimiento exponencial y una de las pocas empresas del mundo que aumentó la contratación. Por supuesto, el desarrollo inaudito de la compañía ha llamado la atención de los reguladores, algunos de los cuales creen que se ha vuelto demasiado grande.

Eso es lo que impulsa a un emprendedor como Bezos. No sé si cuando se tomó esa fotografía, el hombre imaginó el éxito que esperaba en el futuro. Supongo que en ese momento no medía el tamaño de su proyecto. Pero de lo que estoy seguro es de que su perspicacia para los negocios le dio la seguridad de que estaba dando en el clavo de las necesidades de los usuarios con su martillo emprendedor.

Por otro lado, es innegable que el proyecto de Amazon se fue modificando mucho con el paso del tiempo. El verdadero emprendedor ama más a su cliente que a su producto y si tiene que modificarlo o destruirlo para recrearlo y dejarlo al gusto del consumidor, lo hace sin derramar una sola lágrima. Emprendedores como Bezos ponen pasión y energía en el lugar correcto.

Por supuesto, un emprendedor como Jeff Bezos no sabe quedarse quieto. Estoy seguro de que antes de que pensara en dejar Amazon ya estaba imaginando su próximo proyecto. Este tipo de emprendedores son como monos en la selva que cuelgan de las ramas de los árboles. Se mueven rápido, pero nunca sueltan a uno hasta que tienen bien agarrado al otro. Este hombre no se va a retirar a escribir sus memorias, al menos no todavía.

Es probable que Bezos siga involucrado y consciente de lo que sucede en Amazon, aunque ya no se centrará en las minucias de lo que sucede día a día en la oficina. Ahora puede enfocarse en aquellas iniciativas que tanto le interesan, en nuevos productos y servicios en los que ha estado pensando durante mucho tiempo. Sería ingenuo creer que Bezos se va a quedar quieto en su casa. No podemos subestimar su capacidad para atravesar la niebla o dejar de apreciar esa mirada dura que tiene para identificar oportunidades de gran valor. Creo que esa es una de las principales razones por las que tiene sentido que Bezos extienda sus alas y salga volando del nido protector de Amazon. Se liberará de la rutina operativa para maximizar esas áreas de interés y hay que estar pendiente de lo que este emprendedor está tramando.

Por un lado, Bezos se va, pero no del todo. Seguirá teniendo un papel de influencia en Amazon. Deja de ser el CEO pero sigue siendo el accionista mayoritario, por lo que sus opiniones seguirán pesando y siendo relevantes a la hora de inclinar la balanza en la toma de decisiones. Sin embargo, dejará de ser el pararrayos de todos los temas polémicos de la empresa —hay y no son triviales, sobre todo en el ámbito de las prácticas laborales— y tendrá tiempo para afrontar sus otros proyectos emprendedores que no son menores.

Jeff Bezos está interesado en ser más activo en el Washington Post, que es suyo y tiene los ojos puestos en las estrellas. CNN informa que irá al espacio y que tendrá una estadía de once minutos. Y, como si el hombre estuviera de acuerdo con Isaac Asimov, Bezos sigue sus instintos, pero no solo se apega a su suerte, sino que la crea y se prepara para aprovecharla al máximo.