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Las empresas responsables también son exitosas: cómo establecer una cultura consciente

Cuando una empresa logra generar confianza en sus colaboradores, clientes, proveedores y en toda su cadena de valor, no es casualidad. Lograr que los valores y la cultura con los que se identifica una organización trasciendan a sus grupos de interés es una cuestión de perseverancia y convicción. La siguiente fábula nos ayudará a comprender mejor esta idea:

Había una vez un cordero que fue mimado por los dueños de una granja. Siempre tenía comida especial para él y recibía gran atención. A pesar de su ventajosa situación, el cordero sentía una enorme envidia del resto de animales. Tan pronto como les pusieron comida, el cordero corrió a comer todo lo que pudiera. Ante la situación, la oveja mayor le habló al cordero y le dijo: “Tú que tienes tantos privilegios no deberías comportarte así con tus amigos”. El cordero se mostró arrogante y respondió con indiferencia: “Sólo me importa poder tener lo mejor de todas las cosas”. La oveja más vieja llamó entonces a todos los animales, quienes aceptaron expulsar al envidioso de la granja. El cordero encontró un nuevo establo, pero tuvo que resignarse a ser un animal más.

Las organizaciones que no toman en cuenta a su comunidad son como el cordero envidioso, no tienen la capacidad de ver más allá de su propio beneficio y, a largo plazo, esto les puede costar lo obtenido. El capitalismo consciente es una filosofía empresarial propuesta por Raj Sisodia y John Mackey cuya propuesta se basa en que una organización no basa su éxito en el beneficio económico, sino en la trascendencia de su trabajo en la comunidad que la rodea, es decir, en producir bienestar para cada uno de los miembros de la cadena de valor. Quiero compartir con ustedes algunos aspectos elementales de una de las bases de esta propuesta: el establecimiento de una cultura consciente.

¿Cuál es la cultura de su empresa?

La cultura de una empresa es su esencia, su identidad. Refleja los valores en los que se basa la organización. La propuesta de la que hablo dota a la cultura empresarial precisamente de conciencia, es decir, de pleno reconocimiento de cuál es su perspectiva. Además, el capitalismo consciente guía a una organización más allá de su propio beneficio basándose en valores como la responsabilidad, la empatía, la integridad, la igualdad o la lealtad.

¿Qué sucede cuando una organización se olvida del egoísmo en su funcionamiento? Tu metodología de trabajo se convierte en un valor en sí mismo. Si una empresa se preocupa genuinamente por su comunidad, el beneficio es recíproco y constante.

Una cultura se establece a través de la implementación.

Si tu organización ya tiene definida una misión y visión que van más allá de lo económico, esa cultura debe consolidarse con una comunicación eficiente y efectiva hacia cada uno de los colaboradores. De ahí surge una identidad corporativa, implica la convicción de un camino a seguir como equipo.

Poner en práctica la cultura consciente significa entender la relación con los colaboradores precisamente desde otros parámetros. Es fundamental darle los espacios y herramientas fundamentales a cada miembro del equipo para una verdadera colaboración, lo que implica el empoderamiento del equipo en términos reales. Una verdadera puesta en escena de una cultura consciente le dará a la organización la capacidad de innovar y un verdadero compromiso con sus miembros.

Cultura consciente: “Necesitamos crear culturas que se basen en la transparencia. ¿Por qué hacemos lo que hacemos y cómo operamos? Estas preguntas deben tener respuestas diferentes en el futuro, comparándolas con lo que hemos tenido en el pasado y con lo que estamos enseñando en las escuelas de negocios. “Seguir haciendo lo mismo es una receta para el desastre y no podemos seguir así”. Rajendra Sisodia

Según Harvard Business Review, las empresas que trabajan bajo el esquema del capitalismo consciente tuvieron, entre 1996 y 2011, un desempeño 10 veces superior al de otro tipo de empresas. Dar el primer paso hacia este esquema no es fácil, pero, con el asesoramiento adecuado, esta forma de entender los negocios puede representar la sostenibilidad de tu organización y de tu comunidad.