La velocidad en la forma en que consumimos contenidos ha cambiado radicalmente en tan solo 25 años desde el nacimiento de internet, pasamos de un monopolio de la información y los contenidos, a la democratización de la misma.
Una de las primeras semillas de este cambio fue la música P2P en la década de 2000, que permitió a los amantes de la música compartir fácilmente sus canciones MP3 con otros usuarios, pero la fricción que existía en la compleja experiencia de hacerlo y el tema de los derechos de autor hizo que terminara.
El “boom” en la forma en que consumimos contenidos llegó con la popularidad de YouTube entre 2005 y 2008, una plataforma donde el protagonista es todo aquel que crea y sube sus propios videos; Al mismo tiempo, Facebook estaba creciendo rápidamente permitiendo la visualización de texto, imágenes o videos. Posteriormente, entre 2010 y 2012, plataformas como Twitter e Instagram cobraron mucha relevancia debido a la velocidad de compartir texto e imágenes con mayor dinamismo, permitiendo visualizar más contenido en menos tiempo.
No solo se revolucionó el entretenimiento casual, sino también el contenido más profesional con Netflix en películas y series, o música y audio con Spotify y Podcasts. Estos eventos dieron un gran impulso a los canales de publicidad digital, donde durante dos décadas han ido creciendo año tras año.
La innovación es un proceso constante, no cesa el nacimiento de plataformas que brindan nuevas formas de interactuar y visualizar contenido, como el popular TikTok o Clubhouse, que en menos de tres años han crecido rápidamente.
Nuestra capacidad de atención, que es el tiempo promedio que una persona mantiene su atención en algo, se está acortando cada vez más. Según un estudio de Microsoft en 2017, en 15 años pasó de 12 segundos a solo ocho, y la dinámica se transformó radicalmente en 25 años en tres etapas:
1.- Consumir contenidos sin elección y ver series de 15 o más temporadas.
2.- Ver videos durante una hora promedio en plataformas como YouTube o Vimeo.
3.- Para finalmente, en una hora, consumir 120 videos de 30 segundos en TikTok o Instagram y ver series de dos o tres temporadas.
Es por eso que hoy los nuevos creadores de contenido prefieren ser «TikTokers» que «YouTubers», quienes pasan horas creando contenido diferenciado con un nivel de producción como si fuera una película que termina siendo vista en videos de 20 a 30 segundos.
Pamela Valdez, fundadora de Beek, una plataforma de audiolibros en español, ha aprendido con su equipo que el pilar de su modelo es el contenido, sin importar si se lee, escucha o ve en video; en el caso del audio, hoy ofrece una experiencia 10 veces mejor que la lectura. Actualmente el audio se está comiendo el texto, por eso el auge de los Podcasts o plataformas como Clubhouse.
Se ha demostrado que vivir una experiencia al menos 10 veces mejor de lo establecido puede cambiar el comportamiento del consumidor. Analicemos el impacto que tuvo Netflix, hace años la televisión era la que más atención tenía, luego las empresas de cable de pago ofrecían la opción de ver programas en repetición o grabarlos sin un cambio relevante, pero hasta Netflix le dio al usuario el control de qué mirar y en A qué hora, usando una conexión a internet, con contenido original, recomendaciones personalizadas y un precio muy accesible, los hábitos cambiaron, incluso hoy oímos hablar de los millennials que ni siquiera ven la televisión tradicional como se la conocía.
“En el caso de la lectura lo importante es no mover la mirada, lo relevante es consumir contenidos que nos desafíen o cambien la perspectiva que tenemos. En un país como México, que lee solo 3.7 libros por año por persona, se convierte en una gran alternativa poder terminar 20 audiolibros para leer solo tres en un año ”, dijo Pamela.
Es difícil hablar de cambio de comportamiento sin pensar en el impacto de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, donde un algoritmo obtiene datos de uso, logrando producir modelos predictivos más precisos basados en realidades, permitiendo a las empresas que lo utilizan recomendar contenido relevante que nos engancha. como usuarios, pero mejor aún, para las productoras de cine y series en saber detectar qué tipo de contenido será más exitoso antes de lanzarlo, esto se logra gracias a los modelos predictivos realizados por la cantidad de información que brindamos como usuarios.
Veremos cada vez más cómo el Nano Contenido ganará relevancia en nuestras vidas, consumirá más contenido mucho más corto, desde entretenimiento al estilo de Tik Tok, o Nano Aprendizaje para aprender, hasta resúmenes de 15 minutos en audiolibros que simplifican más nuestro aprendizaje. y más. día a día. En una era de inteligencia artificial y aprendizaje automático, la única forma de ser relevantes como seres humanos es ser una máquina de aprendizaje.